Tras un largo viaje de entrenamiento y perfeccionamiento de mi técnica regresé a la villa de la Roca, no era mi lugar de nacimiento, pero mi clan es tan odiado que no tiene nacimiento específico así que no cuenta donde naces si no donde te aceptan y este lugar es el único que podría llamar algo parecido a un hogar... Me acerqué a los Anbu, no sé si me recordarían ya que mi poder era muy distinto al igual que mi aspecto cambiado de niño a adolescente.
- Soy Seishi, regreso a la villa, avisad al kage de mi llegada.- dije con una voz fría e inmisericorde.